6- EL PANORAMA COMPLEJO DE LA VIDA HUMANA

UNA DE LAS MANCIAS MÁS USADAS: EL TAROT

El Tarot es un conjunto de 78 cartas divididas en dos grupos: los Arcanos Mayores (22 cartas) y los Arcanos Menores (56). Estos últimos siguen en gran medida los delineamientos de las Cartas Españolas. Algunos tarotistas emplean solamente los Arcanos Mayores. Otros, el juego entero y hay quienes recurren a los menores solamente cuando tienen dudas o quieren saber algo más sobre el asunto consultado.
Los Arcanos Mayores están compuestos por imágenes muy sugestivas y cargadas de simbolismo. Hay quienes interpretan también los números que identifican a cada carta.
La carga de significados de estas cartas apunta a develar misterios no solo de la vida humana sino también del mundo en general. Nuestro devenir en el tiempo, la suerte, la fortuna, las relaciones humanas, el placer, el dolor, las sorpresas, los ascensos, las caídas, en suma, el destino humano insertado dentro de un juego de fuerzas enigmáticas e incomprensibles de cuya fuente generalmente no se tiene noción alguna. El hombre cuando se enfrenta al panorama de dudas y perplejidad que le plantea la existencia y no teniendo respuesta por las vías comunes, acude a lo mágico. Quiere interpelar al Destino para saber los porqués, aliviarse de la angustia y la zozobra vislumbrando algo de lo que le depara el futuro.
Generalmente quien consulta a un adivino consciente o inconscientemente cree que “el Destino ya está escrito”. Pero otros quieren saber el futuro para luego intentar evitarlo. La mayoría no conocen la historia de Edipo, modelo universal de la tragedia. Esta consiste en la consumación de hechos que se quisieron evitar.
Determinismo, libertad y libre albedrío.
Aquí hemos llegado al problema más agudo de la filosofía: “libertad o determinismo” (popularmente fatalismo). Es el tema más recurrente en la historia del pensamiento humano. Distintas clases de sabios se han devanado los sesos tratando de resolver este problema. Los de más elevado pensamiento han llegado a la conclusión de que el hombre solo puede ser libre interiormente. Pero esto no es fácil de lograr. Hace falta pasar por pruebas y obtener un claro discernimiento que si no viene por gracia del cielo debe lograrse con la guía de un Maestro avezado.
En cuanto a los hechos exteriores, hay un acuerdo, de que muy pocos se logran evitar. Solo algunos pueden, actuado en el momento y lugar apropiados, ser modificados por nuestro Libre Albedrio. Esta expresión fue creada por San Agustín y no es sinónimo de libertad, como muchos la consideran. Es más bien, una libertad condicional. Una pequeña posibilidad de elección en el momento en que se nos presente una encrucijada, con la condición de que podamos verla. De lo contrario, uno pasa de largo sin poder doblar.
De todos modos, cuando un consultante regresa a un adivino y le dice: “salió todo como usted dijo”. Este debiera contestarle: “eso significa que no hiciste nada”.